El radical Atilio Benedetti está de vuelta en el recinto. Luego de haber cumplido mandato como legislador nacional durante el período 2017-2021 (anteriormente también desde 2009 a 2013), vuelve a la Cámara de Diputados de la Nación por tercera vez y ahora en reemplazo de Rogelio Frigerio, quien renunció a su banca para ocuparse de la campaña electoral.
En el camino de los acuerdos que la UCR aceptó quedó la intención de tener candidatos propios. Con la exclusión de Pedro Galimberti del pegado con candidatos nacionales de Juntos por el Cambio, el partido centenario irá a una nueva elección sin encabezar ninguna boleta al interior de la coalición opositora.
Para justificar esa decisión, y ante los embates del propio Galimberti contra la conducción de su partido, Benedetti explica que “hay una oportunidad de cambiar de signo político en la provincia, y es con la figura de Frigerio. Buena parte del radicalismo apostamos a esa idea, somos quienes tenemos la conducción partidaria, y somos quienes ganamos las elecciones internas”.
Sobre la discusión con su adversario interno, Benedetti pide que sea “un camino que vaya más allá de los chisporroteos, espero que sea dentro de los carriles normales, sin agresiones”.
“Fui dos veces precandidato a gobernador, sé lo que es, y el principal entreguismo que puede hacer el radicalismo es no ser gobierno, o no ser parte del gobierno”, sostiene en respuesta a los señalamientos del oriundo de Chajarí.
El diputado nacional se cruzará en el recinto con Galimberti, quien no renunciará a su mandato como legislador nacional durante la campaña.
“Un partido político es una herramienta para acceder al poder y si en 20 años no lo logramos con candidatos propios, es tiempo de que revisemos la estrategia”, señala.
En esa línea, entiende que en la Argentina y el mundo estos son tiempos de coaliciones y que ya no existe un partido cuya identidad represente a más d ela mitad de la población. “Ningún partido llega solo”, justifica, aunque asegura que tiene la expectativa de que “algún día tengamos candidatos propios”.
“Le recuerdo a Galimberti que yo sufrí en carne propia esto hace 8 años, no es una cuestión desconocida, ellos lo vieron, no están ante una sorpresa. En todo caso, fue imprevisión de ese sector para no negociarlo al tiempo. Deberían haberlo tenido en sus cálculos”, insiste.





