En una columna de opinión, Damián Arévalo hizo un balance a un año de las elecciones nacionales y provinciales. “Los votantes pusieron a cada uno en un determinado rol. Hoy somos oposición”, sostuvo, como punto de partida.
A continuación, la columna completa:
Parece que no importa el espectáculo político bipolar, que se mostró en todo su esplendor semanas atrás. Quienes estuvieron durante años defendiendo una “nueva” forma de hacer política, se reconvierten sin problemas, mutan en nuevos e inmaculados predicadores, defendiendo y apostando por todo lo contrario de lo que han prometido durante su campaña. Milei es un ejemplo de ello. Se mofaba del Congreso, que era cualquier cosa, pero hizo de este un “toma y daca”, siendo sus negociadores, protagonistas directos de ello.
Y esta forma, también fue hacia abajo, pues con tal de recibir algo, incluso solo promesas de atención o alguna obra, varios gobernadores presionados (o dialoguistas) mandan a sus representantes para aprobar las normas caóticas que manda el Ejecutivo nacional.
En la provincia, más allá de las convicciones que dicen tener, duele ver compañeros pasándose al frigerismo, mostrándose en una vidriera como trofeo de guerra, cuando en realidad debemos tener en cuenta claramente el rol que tenemos, que el pueblo nos dio con su voto.
Tenemos que finalizar esta etapa de catarsis, de reorganización, de asimilar el resultado, de hacer las autocríticas y ponernos a armar una agenda que esté directamente relacionada con las necesidades de la gente, que bastante mal la está pasando.
No es momento para pelearnos entre nosotros, el movimiento nacional justicialista es mucho más importante que cada uno de quienes los conformamos. Debemos dejar los egos de lado, dejar de querer cobrar deudas políticas, la gente ya no tolera más nada de eso. Debemos ser claros nosotros: llegamos y nos vamos gracias al peronismo y a este movimiento, que es al único que le debemos algo, no a las personas. Basta de eso que nos quieran cobrar los espacios y los lugares. Se vienen nuevos tiempos y debemos tener necesariamente nuevas formas.
Creemos, junto a muchos intendentes y militantes, que debemos dar una lucha por nuevos valores, por las buenas prácticas, que la gente tanto nos pide, porque lo contrario, creo, ha llenado de bronca a los votantes en las urnas.
Ahora bien, esto no nos debe llevar a que un árbol nos tape el bosque, porque sin dudas que, por ejemplo, en nación y provincia, hemos hecho grandes gestiones, con muchos derechos adquiridos, mejorando la calidad de vida de los vecinos, pero tal vez el tiempo pasado, algunas prácticas disvaliosas, han llevado a que la gente no nos haya elegido.
El Gobernador de la provincia no ganó en todas las localidades. Hay 36 intendencias peronistas y 9 senadores de un total de 17 departamentos. No tiene un cheque en blanco.
Los municipios somos el bombo que resuena en cada problema de nuestras ciudades, porque con la consigna de gestionar sin plata, no quiere decir que los municipios nos tengamos que hacer cargo de educación, salud, seguridad, etc.
Además, en materia de leyes, tenemos un gran bloque de senadores que con mucho esfuerzo y legitimidad han sido elegidos en sus departamentos y hoy tenemos mayoría, siendo este un reservorio muy importante para el cuidado de que las políticas públicas no le hagan daño a la gente o se le de relevancia a lo verdaderamente importante.
Ejemplo de ello son leyes como la reforma política, que nada tiene que ver con la realidad de los entrerrianos. Esta cuestión, que es muy importante, se podría discutir después del 2025, incluso ya habremos pasado por las primeras elecciones con BUP en nuestra provincia. No hay por qué andar a las apuradas con ello, ya que la gente no come reforma electoral, ni Boleta Única de Papel.
Debemos tener claro nuestra agenda, nuestros problemas, la cuestión de la tarifa eléctrica, los alimentos, la paralización de la obra pública, entre otros, porque un resultado electoral no nos debe llevar a aceptar todo tipo de ajuste y que le hace mal a nuestra gente. Todo lo contrario, nosotros podemos demostrar que podemos gobernar con equilibrio financiero, que podemos gobernar con transparencia, que podemos gobernar con honestidad, que podemos gobernar con responsabilidad, que podemos gobernar con moralidad y que no todos somos lo mismo.
Ello no obsta a que tengamos un excelente diálogo con todos los sectores y continuamente participamos de reuniones con todas las instituciones de la provincia. El diálogo sin dudas es el camino en este tiempo.
Junto a militantes de distintas partes de la provincia nos reunimos continuamente para hablar de política; por ahí más por afinidad, por lo generacional; pero siempre para analizar la coyuntura nacional y provincial, no para hablar de candidaturas, porque la verdad que sería una falta de respeto para la gente hablar de eso en estos momentos difíciles.
Lejos de creernos los dueños de los votos, pensamos en no alejarnos de quienes confiaron en nosotros, por eso los encuentros de Construir Presente y Futuro, qué hacemos con muchos intendentes, tenían que ver con eso, con acercarnos como se debe, con todas las bases.
Creemos que otro camino es posible, reencontrarnos con la sociedad, entender los enojos del pueblo, dando muestras que somos eficientes con la cosa pública y que nosotros no somos lo mismo que el gobierno provincial o nacional.
(*) Intendente de Feliciano, reelegido en 2023 por el justicialismo.
Fuente: Página Política