sábado, 21 diciembre 2024

El reloj de arena del votante libertario

La crisis debilita el apoyo en el electorado libertario. El Gobierno apuesta a la épica. La ausencia del peronismo y el giro al comunismo anarcolibertario.
Tarea Fina

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Una mujer de 55 años, votante de Javier Milei, rompió en llanto en pleno focus group. “Por favor, díganle al presidente que no damos más”, les pidió a los consultores que dirigían el estudio en el interior de la provincia de Buenos Aires. El resto de los participantes la consoló, con cierta desolación. Ninguno se animó a defender al Gobierno.

La escena marca el quiebre de Milei con su propia base electoral y el inicio del período de desencanto que la enorme mayoría de las encuestas empezó a mostrar en los últimos días, después del asado en la Quinta de Olivos que celebró el veto presidencial al aumento a las jubilaciones, pero que empezó a gestarse a mitad de año con el impacto del aumento de tarifas de los servicios públicos.

El relato exitista del presidente ahora choca con los números reales. En seis meses, la pobreza trepó 11 puntos, hasta el 52,9%, y la indigencia se ubicó en 18%. Todo a pesar de que el Gobierno se jacta de haber aumentado la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar para contener a los sectores más vulnerables. El desempleo creció del 6,2 al 7,6%. En julio, la construcción cayó 14,8% en términos interanuales. La industria, un 5,6%, el comercio mayorista y minorista, un 5,3%.

“En los focus se empieza a ver una pérdida de intensidad del apoyo de los votantes de Milei. En marzo, si alguno deslizaba una crítica, el resto saltaba a defenderlo. Hoy eso ya no pasa”, cuenta Manuel Zunino, director de la consultora Proyección, que en las últimas semanas concentró sus estudios en el sector que optó por La Libertad Avanza, en las elecciones de octubre de 2023, el núcleo duro original.

Al grupo de desencantados, Milei les vende épica. Con la serie del cineasta Santiago Oría o el acto de lanzamiento de LLA que el Gobierno hizo este sábado en el Parque Lezama, que ya no disimula la zambullida del Presidente en la política tradicional. En la previa hubo organización para motorizar la movilización de militantes desde el conurbano bonaerense, al estilo de los partidos tradicionales.

¿Y los resultados económicos concretos? Para eso hay que esperar más, dicen en el Gobierno, donde todavía agitan el fantasma de “la herencia recibida”, un recurso al que echaron mano todas las anteriores administraciones, pero que tiene fecha de vencimiento. Los últimos acontecimientos históricos muestran que la luna de miel con los presidentes es cada vez más corta.

Así lo muestra el estudio sobre aprobación presidencial que publicó en abril el observatorio Pulsar, de la Universidad de Buenos Aires, sobre los primeros cien días de los mandatos presidenciales en nueve países de América. Según el informe, la postpandemia y la alta polarización política cambiaron el escenario en el continente. Los presidentes ya no tienen una luna de miel larga.

Con los outsiders, como Milei, la paciencia es aún menor. Inicialmente, capitalizan el descontento con la política tradicional, pero “es un arma de doble filo” porque conlleva un alto riesgo de volatilidad. “La falta de experiencia y el escepticismo sobre su capacidad para manejar los engranajes del gobierno pueden erosionar el apoyo si no logran resultados tangibles rápidamente”, sostiene el estudio.

La vieja receta de la polarización
Para alargar el efecto, Milei echa mano al repetido recurso de la polarización con Cristina Fernández de Kirchner. Además de los cruces directos en las redes sociales, el Gobierno apuntó con sus cañones contra el kirchnerismo con el video en el que comparó a ese espacio político con un virus, con una narrativa que guarda similitudes con la propaganda nazi. Este sábado en el acto en San Telmo, su némesis K fue uno de los pilares de su discurso.

Antes, en la semana, Milei culpó a La Cámpora por los incendios en Córdoba. El ministro de Seguridad de la provincia, Juan Pablo Quintero, lo desmintió. En tierra cordobesa, donde sacó casi el 75% de los votos en el ballotage, al Presidente le llovieron críticas por su aparición “fantasma” a la zona de desastre, que incluyó un grosero desplante a los bomberos que arriesgan su vida para combatir los incendios.

En el PRO ya avisan que la polarización con el kirchnerismo puede salir muy mal. Lo advirtieron varios dirigentes de Cambiemos durante el gobierno de Mauricio Macri y no fueron escuchados. Por ahora, al libertario le alcanza para sostenerse. Los mismos focus que muestran el descontento con el Gobierno marcan también un rechazo con “lo anterior”. Por eso, la caída encuentra su piso, cercano a los 40 puntos.

Para Zunino, salvo algún evento extraordinario, la meseta de los 40 se mantendrá hasta fin de año porque “es un electorado muy antiperonista”. Los votantes jóvenes son los más firmes en la defensa. Algunos le ponen plazo. “Mi límite es tener que volver a vivir a la casa de mis viejos”, dijo una chica esta semana, que marcó preocupaciones por el trabajo y los alquileres.

El vacío del peronismo, entre el silencio y las internas
En medio de los gritos de defensa del oficialismo, se sintió el silencio que dejó el grueso del peronismo, ocupado en sus propias internas, en particular el enfrentamiento que levanta cada vez más temperatura entre La Cámpora y Axel Kicillof. El jueves, cuando se conoció el dato de pobreza, hubo una reacción tímida de Unión por la Patria (UP), que carga con la culpa de haber dejado el índice en 41,7%.

Todavía en silencio y sin actividad pública, Sergio Massa impulsó entre los suyos el hashtag #TodaDeMilei, que salió a competirle en redes a #LosPobresDelMassazo, la versión del oficialismo. Desde el massismo se extendió a otras tribus de UP, que lo replicaron. Cristina mantuvo el silencio.

En paralelo, en el bloque de Diputados de UP florecieron algunas discusiones internas sobre qué debates públicos debe encarar el espacio. El kirchnerismo se impuso para marcar la agenda con su rechazo al DNU 846/2024, que habilita el canje de deuda. Otros sectores pidieron “temas más cercanos a los problemas de la gente”. Hay tironeos, mientras corre el reloj de arena para la definición de la conducción del Partido Justicialista. Las listas cierran en veinte días.

Otra semana de crisis
Mientras intenta distraer con una discusión sobre la privatización de Aerolíneas Argentinas y fotos con Susana Giménez, esta semana el Gobierno le sumará un nuevo choque abierto con otro tótem sagrado argentino, las universidades públicas, que nuevamente saldrán a la calle de manera masiva para protestar contra el desfinanciamiento. Para el miércoles se espera otra marcha multitudinaria, como la que marcó un primer quiebre de Milei con la sociedad cuando todavía había luna de miel.

En medio del desencanto generalizado, sin embargo, hubo un grupo que sonrió esta semana: los empresarios que consiguieron la reforma laboral que les permitirá despedir más barato, tener empleados a prueba por seis meses y blanquear sin pagar multas.

Se viene el comunismo anarcolibertario
Será interesante escuchar el relato del Gobierno para explicar el giro que ya empezó a dar en la relación con China y que promete hasta fotos del presidente al lado de la bandera comunista. El último fue la participación de Karina Milei en la reunión que la canciller Diana Mondino tuvo con su par chino Wang Yi en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York.

La secretaria general de la Presidencia había iniciado el acercamiento el 1 agosto, cuando se reunió con el embajador chino en Argentina, Wang Wei. En noviembre, la hermana presidencial dará un nuevo paso y viajará a Shangai para participar de la Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE), que comienza el 5, justo el mismo día en que se celebrarán las elecciones de Estados Unidos.

Como es sabido, el presidente apostaba todo al triunfo de Donald Trump, en quien confiaba para destrabar un nuevo préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero el crecimiento en las encuestas de Kamala Harris puso el resultado en suspenso, a punto tal que Milei ya no expresa preferencia por ninguno de los contendientes. De hecho, la Casa Rosada se encargó de remarcar que, en Nueva York no habría ninguna foto con Trump, ni aunque el candidato presidencial se lo rogara. En Naciones Unidas, el presidente se encargó de dinamitar la relación de Argentina con la mayoría de las naciones, al anunciar la ruptura del Pacto de Futuro, en una novedosa sociedad de valores con Venezuela, Corea del Norte y Rusia.

En paralelo, avanzaban las conversaciones con China, que podrían coronarse con una bilateral entre el Presidente y el líder chino Xi Jinping, durante la cumbre del G20, que se celebrará en Río de Janeiro, el 18 y 19 de noviembre. Es posible que el presidente del gigante asiático tenga también en Brasil una cita con otro argentino, Axel Kicillof. El encuentro está en plena gestación. Los chinos ya tienen abierta la puerta a la relación directa con la provincia.

A pesar de su desprecio por el comunismo, Milei se aferrará a China como a una balsa después del naufragio. Las empresas orientales tienen inversiones en cinco grandes proyectos mineros distribuidos en Jujuy, San Juan, Río Negro y Chubut. Entre todas, suman más de 850 millones de dólares en compromisos de inversión, que estaban cerrados desde el año pasado, pero que ahora se acogerán al más que beneficioso RIGI.

Las inversiones chinas son una garantía de ingreso de divisas, que el Gobierno necesita como agua en el desierto. En ese contexto, el comunismo podría ser una salida para Milei.

Fuente: Gabriela Pepe para Letra P

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Concordia, Entre Ríos, Argentina

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