Aunque con cautela, se nota que hay entusiasmo en el gobierno de Rogelio Frigerio tras el anuncio del ceo de YPF. Horacio Marín dijo que Vaca Muerta priorizará la arena de Entre Ríos ante el descubrimiento de que Río Negro reduce su producción. Para eso, creará un consorcio para invertir en infraestructura ferroviaria y optimizar la logística desde estas tierras.
El anuncio llegó a oídos del gobierno casi de la misma forma que al resto de la sociedad, a través de los medios de comunicación. Sin embargo, el entusiasmo por la posibilidad de duplicar la producción minera es evidente. Entre Ríos ya es una de las principales proveedoras y con este anuncio podría magnificar su producción, según aseguran quienes conocen del tema, siempre con la premura que dan los anuncios públicos que luego encuentran en la ejecución una ventana temporal extendida.
El anuncio de Horacio Marín
En el marco del IEFA Latam Forum 2025, Marín sostuvo que Vaca Muerta sigue trabajando en bajar los costos operativos de sus proyectos y que el próximo paso parece estar en las arenas silíceas, según publicó el portal especializado Vaca Muerta News. El presidente de YPF anunció entonces que el próximo paso es crear un consorcio para avanzar en una obra de infraestructura para construir un tren que lleve la arena de Entre Ríos a la Cuenca Neuquina.
Marín detalló las razones técnicas y logísticas por las cuales la compañía decidió priorizar el uso de arenas entrerrianas en detrimento de las de Río Negro y argumentó que los análisis realizados sobre la arena rionegrina arrojaron pérdidas del 20% en las reservas, lo que la hace menos eficiente para la extracción de hidrocarburos. En este contexto, YPF impulsa un consorcio de inversión en infraestructura que permitiría transportar la arena de Entre Ríos en grandes volúmenes sin saturar las rutas, una de las principales preocupaciones logísticas.
“Todo indica técnicamente que la arena mayoritariamente va a venir de Entre Ríos y no es posible, con ocho millones de toneladas que va a consumir la industria, transportarla por ruta”, sostuvo. Explicó que este volumen de arena implicaría un tráfico insostenible, con un camión por kilómetro de ida y otro de vuelta, lo que generaría un colapso vial. Por esta razón, se está evaluando la implementación de un tren que facilite el traslado del material sin afectar la infraestructura vial.

Cómo impacta en el gobierno de Rogelio Frigerio
Según pudo relevar este medio de distintas fuentes gubernamentales, el anuncio llegó como una bocanada de aire fresco a la provincia y entusiasma tanto al sector público como al privado, que debería readecuar su producción para responder a la demanda. En el gobierno provincial pusieron el foco inmediatamente en ajustar tuercas a la fiscalización, el gran nudo gordiano del sector desde hace años.
Como contó Letra P, el negocio de la arena silícea en Entre Ríos es relativamente nuevo y tuvo su expansión a raíz del boom de Vaca Muerta y el impulso que le dio en la provincia el entonces ceo de YPF, el entrerriano Miguel Galuccio. Fue durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner que la búsqueda de arenas aptas para el fracking se expandió por todo el país. Las areneras en la provincia siempre existieron de forma artesanal, pero con Vaca Muerta el negocio explotó. Cuando se detectaron las primeras irregularidades, el entonces gobernador Gustavo Bordet justificó las desprolijidades en el repentino movimiento que empezaron a tener a raíz de la demanda del yacimiento petrolífero nacional. “La rapidez de la expansión nos desafió a organizar la actividad y es lo que estamos haciendo”, dijo en aquel momento.
Ahora, en el gobierno de Frigerio coinciden con que el desafío es “impulsar cada vez más la fiscalización para que no se lleven la arena sin pagar lo que corresponde”. El entusiasmo se sostiene en el nuevo foco recaudatorio. Apuntan a una fiscalización “de primer nivel”, como definió un funcionario involucrado en el tema, que incluye cámaras de seguridad y lectores QR en las camineras.
El negocio de la arena silícea en Entre Ríos
La arena saldría de Ibicuy y Paranacito hacia la Patagonia, como ya está sucediendo, aunque en mayor medida. En el gobierno todavía no tienen detalles del anuncio, aunque reconocen que hubo contactos informales entre la primera línea de la gestión local y referentes de YPF. En lo formal, los canales de comunicación corren a través del Ministerio de Desarrollo Económico que conduce Guillermo “Willy” Bernaudo.
Por ahora, lo que llegó a la provincia fueron consultas técnicas de YPF en el marco de su plan de aumento de producción y merma de costos. “Nos avisaron que estaban evaluando estas alternativas y tenemos consultas de nivel técnico por ahora”, confió una fuente con acceso a las conversaciones.
La estimación es que se podrían enviar entre cinco y seis millones de toneladas anuales. Algunas proyecciones estiman que ese volumen puede estirarse a ocho millones. “Es tal el desorden que encontramos y la falta de fiscalización que la tarea con la que estamos es inmensa”, reconoció a Letra P un funcionario del área de minería. “La provincia está en condiciones de proveer a Vaca Muerta en todo lo que demanda. Materia prima hay. Dependerá de las empresas privadas adaptar equipamientos de extracción y logística para transporte”, agregó.
La proyección en Entre Ríos para Vaca Muerta
Antes del descubrimiento, Vaca Muerta importaba la arena de Estados Unidos y Canadá, entre otros países. Cuando se comprobó que la calidad del insumo en la zona del Delta entrerriano era ideal para la técnica, comenzó a proveerse del material litoraleño, que le ganó una pulseada a Chubut y se quedó con buena parte del negocio.
Se estima que, a un 100% del nivel de producción, Vaca Muerta consumirá unos ocho millones de toneladas de arena de sílice, de los que se calculaba que el 80% iba a ser provisto por Entre Ríos. Ahora, con la sorpresa de que descartarían la rionegrina, esos guarismos podrían ser superiores.
Según datos actualizados, a los que accedió Letra P, la provincia provee al año alrededor de tres millones de toneladas de arena silícea a Vaca Muerta. Según las declaraciones de Marín, eso podría escalar hasta los ocho millones anuales. Se calcula que la tonelada en cantera vale unos 18 dólares. Depositada en camión en Vaca Muerta, el valor asciende a unos 150 a 200 dólares.
La cuestión ambiental, en la mira
Hace un par de años, la actividad minera fue foco de conflicto por la clausura de una de las areneras proveedoras de Vaca Muerta, Cristamine. La empresa tiene cuatro areneras y dos plantas de lavado. Una de ellas la planta La República, que inauguró en 2017, fue clausurada. Según reconoció el vicepresidente de la empresa, Gustavo Maluendez, Cristamine destina el 20% de su producción a Vaca Muerta. El resto, se va a la industria del vidrio y la construcción.
Cristamine fue clausurada en 2022 provisoriamente por tener vencido el certificado de aptitud ambiental y luego, tras otra denuncia por contaminación, la firma fue allanada por la Justicia federal, que decidió clausurar uno de los pozos para el lavado de la arena en una de sus plantas en Islas del Ibicuy por encontrar que operaba de forma irregular, tomando aguas subterráneas.
Según Ricardo Luciano, el abogado que radicó la denuncia en representación de la Cooperativa de Agua de Ibicuy, el daño ambiental se comprobó porque el sedimento está contaminando el agua dulce al modificarse el curso del río. “Estamos hablando de la salud de la población de Islas del Ibicuy”, afirmó el letrado, y explicó que a partir de distintos estudios se detectó, a raíz de la operación de las areneras en la zona, un aumento de los niveles de hierro en el agua que consume la población.