Más de 15 millones de electores estaban convocados a las urnas en una jornada con alta participación por voto obligatorio (votaron más de 12 millones) y en gran parte del país se impuso la opción en contra de la Constitución.
Con el 99,4% de los votos escrutados, el «Rechazo» se impuso con 61,88% frente al «Apruebo» que obtuvo 38,12%.
El proyecto consagraba una «plurinacionalidad» indígena y establecía un nuevo catálogo de derechos sociales en salud, aborto, educación y pensiones, con un marcado énfasis medioambiental y de protección de nuevos derechos, aunque mantenía la economía de mercado.
“El escenario la semana pasada estaba completamente abierto, pero no me imaginaba la magnitud de la derrota, fue bastante sorpresivo porque el rechazo se impuso en todo el país” contó Facundo Cruz, analista político, en diálogo con este medio. Solo en 8 comunas ganó el apruebo, pero por margen muy pequeño.
Cruz, que se especializa en procesos y sistemas electorales, explicó que lo que sucedió en Chile fue que el escenario se dio vuelta en pocos días. “En el comienzo del proceso, la mayoría abrumadora era para avanzar, y en el día de ayer la abrumadora mayoría fue por el rechazo”, dijo.
Sobre el impacto del resultado en la imagen del presidente Gabriel Boric, anticipó que en principio los datos dan cuenta de que no perdió votos y su voto consolidado se sostuvo. Lo que sucedió, según el analista, es que al ser obligatorias las elecciones por primera vez en Chile, la mayoría del electorado acudió a las urnas para votar en contra.
“Del lado del rechazo están todos los que no votaron a Boric e incluso que no habían ido a votar antes”, dijo y agregó que las elecciones de ayer permitirán tener un parámetro del comportamiento electoral en Chile, porque este domingo fue a votar casi el 86% de la ciudadanía, porcentaje incluso superior a las últimas elecciones argentinas.
¿Por qué pasó?
El comportamiento electoral de este domingo habla de ciudadanos descontentos y de la expresión de ese descontento.
Pero, según analizó Cruz, hubo algo que sucedió en el medio de la Convención constituyente que explica por qué se perdieron también ciudadanos que apoyaban el proceso en un comienzo.
Hay 3 lecturas entrecruzadas, dijo.
“Primero el proceso constituyente estuvo atado al gobierno de Boric, cuando gana, automáticamente se pone en ese lugar. Boric en un mes perdió su aprobación, no tuvo sus 100 días de luna de miel y eso derramó en la Asamblea” diagnosticó.
En segundo lugar, mencionó que el pedido de cambio de la ciudadanía chilena “se pasó un poco de rosca”. “Querían cambiar, pero no tanto, o no tan profundamente”, afirmó.
Finalmente, entendió que lo que sucedió es que hubo fallas en la difusión. “Se habló más del proceso de discusión y no tanto del texto en sí, no se difundió el texto y hubo polémicas con los convencionales, con la Asamblea, hubo convencionales que mintieron y se deslegitimó a la Convención como un grupo de legisladores sin experiencia” enumeró.
Así, luego se aplicó el mismo lente para el gobierno que para la Constitución. “El texto era de avanzada, reconociendo derechos, potestades y competencias, como países escandinavos, que hubiera sido un ejemplo para el mundo. Técnicamente el texto estaba muy bien, con un lenguaje sencillo, pero no lograron transmitirlo” evaluó.
Lo que viene
El escenario es incierto en Chile, pero de lo que no hay dudas es de la situación de poder que ahora es favorable a la derecha.
Por el lado del gobierno, Boric entiende que tiene que tener una lavada de cara.
“El gabinete de Boric es otra generación, armaron su propio partido, ganaron y ahora gobiernan el país. El reclamo de la oposición es que cambien los interlocutores” dijo Cruz. En ese contexto anunció el presidente anoche los cambios en su gabinete.
“Con un resultado tan contundente ahora la derecha dijo que no va a discutir porque se siente empoderada” explicó respecto del comportamiento de la oposición. “Del lado de Boric, se va a quedar solo con el espacio de centro izquierda, es un golpe muy fuerte y tiene que mostrar oxigenación” concluyó.