Un video que plantea la figura de Sergio Urribarri en un cargo en 2023 no se sabe si es de su autoría, de su entorno o simplemente de algún simpatizante. Gira en los grupos de WhatsApp con el tema que inmortalizó la Argentina durante el Mundial de Qatar. Lo cierto es que el ex gobernador cumplió a pie puntillas lo que se propuso cuando dijo que no dejaría de hacer política pese a haber sido condenado por delitos en la administración pública y cuya pena, además de los 8 años, lo inhabilita de por vida a ocupar cargos.

Según publicó Página Política, esa hoja de ruta tiene dos premisas personales: seguir haciendo lo que le gusta, política; y poner el cuerpo en defensa propia.

Terminada la feria judicial Urribarri enfrentará el segundo tiempo se su proceso. La Cámara de Casación Penal, en un período inédito, ya anunció que está para revisar la sentencia mencionada. Inédito si se revisan casos similares. Fue condenado en abril y no alcanzó a transcurrir 10 meses que la apelación ya estaba en agenda para ser abordada. En Página Política se advirtió sobre una maniobra de carácter mediático judicial se montaría con la ratificación de la condena de Urribarri y con Cecilia Goyeneche en los medios mirándose a ese espejo.

Goyeneche ya cumplió su parte. Tuvo una entrevista en Los Andes de Mendoza y otra en La Nación hace unas semanas.

Una ratificación de la condena supone que el ex gobernador recurrirá ante el Superior Tribunal de Justicia (STJ), última instancia en la jurisdicción. En el medio, posiblemente, el máximo órgano de justicia no resuelva y Urribarri, por lo tanto, no tendrá una condena firme, lo que lo habilitaría para postularse a una candidatura.

Si el Gobernador se mueve como lo está haciendo, es con el cronograma electoral en la mano. Una banca es lo más probable que esté en las pretensiones de alguien que, de revisarse la condena y lograr algún mejoramiento, aún queda lejos del cumplimiento condicional. Más vale que todo el proceso de apelaciones lo encuentre con fueros, dirá.

Urribarri está enrolado en las filas de Cristina Kirchner. Por fuera de La Cámpora, debe ser de los pocos sino el único con acceso a la vicepresidenta. Ahí se cuela un inconveniente o, por lo menos, un interrogante: ¿qué lugar le dará Gustavo Bordet al kirchnerismo? ¿O irá con Martín Piaggio?

El ex Gobernador recorre la provincia como suelen reclamar militantes al peronismo, trabaja las redes y se sube a un auto así sea para encabezar un encuentro de 20 personas. Habla con intendentes, legisladores y ex legisladores. También tiene línea en Casa de Gobierno.

La precandidatura a la Gobernación de Francisco Senegaglia supone un paraguas para el propio Urribarri como artífice de una plataforma de la cual posicionarse.

Con 64 años, el dirigente que estuvo en la mesa chica de un gobierno nacional potente se encuentra con una obligación: moverse.

Fuente: Página Política