De locales, en el acto de apertura de Agroactiva, los gobernadores de la Región Centro esperaron a Javier Milei en la trinchera del campo como forma de mostrarle los dientes del federalismo. En coro, los mandatarios presionaron por obras y baja de retenciones. El trasfondo, un encuentro tibio y de compromiso con el presidente.

El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, anfitrión de la masiva muestra del agro que se realiza en Amstrong pidió sin atenuantes por el modelo productivo. “Somos desde el campo los que vamos a sacar a la Argentina del hambre. Es muy importante que hoy el presidente y sus funcionarios puedan ver el potencial productivo. Argentina no va a salir a través del capital financiero o el extractivismo, sino con la mejora del sistema productivo”, largó al lado del entrerriano Rogelio Frigerio, quien fue el más suave en su discurso.

Malditas retenciones
Sin embargo, el que marcó el pulso del reclamo fue el cordobés Martín Llaryora, quien recogió el discurso del secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, quien había sostenido que una vez que acomoden la economía se bajarían las retenciones “porque el Gobierno cumple con su palabra”.

“Estamos esperanzados en las palabras de usted (Vilella) y del Presidente cuando dijo que bajaría la inflación, acomodaría la economía y luego bajaría los impuestos. Llévele el mensaje al Presidente: bajen las malditas retenciones”, bramó el cordobés.

En rigor, los gobernadores de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba tratan de que no se evaporen las promesas de Milei para el agro, principalmente la baja de impuestos y desregulaciones. Por eso Llaryora le marca que ni bien acomode los números de de baja las retenciones. Milei, poco después les contestó indirectamente: “El campo entiende los tiempos de la economía”.

Encuentro con Javier Milei
Llaryora advirtió que los “dólares de los productores son los que hacen falta para saber si la economía anda”. “Que bajen las retenciones para que queden en manos de los productores porque así se va a producir e invertir más. Los productores no ponen la plata en las Islas Caimán, sino en el desarrollo”, dijo en la línea de Pullaro de contraponer la producción con las finanzas.

Cuando el Presidente llegó al aeródromo de la feria, los tres gobernadores lo recibieron y se dieron un saludo tibio. No hubo reunión privada ni tiempo para conversar. Quedó en evidencia que no abundaba el ánimo más que un acercamiento protocolar.

Fuente: Letra P